EXCURSIONES VARIADAS





No sólo de playa y piscina viven los veraneantes. También de excursiones y actividades más variopintas. Al estar cerca de Ayamonte, aprovechamos para cruzar en transbordador el río Guadiana hasta Vila Real de Santo Antonio, un precioso pueblo portugués dedicado al turismo y como no podía ser menos, a la venta de textiles. Había un ambiente muy agradable, música en las calles, hombres estatuas que asustaron a las niñas y por supuesto, una comida excelente a muy buen precio.
También nos dedicamos un día a recorrer Isla Canela (Punta del Moral) en una especie de troncomovil a pedales, con cuatro plazas. Las niñas cantaban a voz en grito aquello de "Vamos de Paseo ¡pi, pi, pi!, en un coche feo (...)" y nosotros íbamos dando rodillazos en los volantes, porque desde luego no está pensado para padres un poquito altos (Antuan, tú ni lo intentes, salvo que quieras perder las rótulas en el intento). De todas formas, lo pasamos muy bien y ellas estaban deseando repetir experiencia.
También fuimos a Ayamonte en un par de ocasiones, donde visitamos un pequeño zoo de acceso gratuito. No tiene muchos animales: un par de osos, dos tigres, dos leones, algunos pájaros, patos, ciervos, cebras... pero tampoco puede pedirse más. Como digo, el acceso es gratis, los animales están bien cuidados y tiene su "encanto" ver un león (enorme) al otro lado del cristal, rugiendo de vez en cuando. Imagino que el mantenimiento de los animales debe suponer un gran esfuerzo para el Ayuntamiento, pero también atraerá visitantes.
Ayamonte tiene en su zona centro multitud de calles pintorestas donde la hostelería se ha hecho dueña. Aunque sólo sea para cruzar en ferry, ver a los animales y pasear un poco, merece la pena visitarlo, es un pueblo muy bonito, sí señor.
Además tuvimos la suerte de que al lado de nuestro apartamento situaron el lugar para poner cine de verano en la playa, así que no lo pensamos, cogimos la esterilla y a ver "Wall-e". Eso sí, terminamos baldados. La próxima vez, al menos los mayores iremos con una sillita.

LO MÁS OBVIO: PLAYA Y PISCINA


Pues sí, han sido quince días donde ha primado sobre todo la playa y la piscina. Estábamos en un apartamento cerca de la playa y daba no costaba ningún trabajo alternar.
Por supuesto Julia y Patricia hicieron amigos y nosotros colas de sirenas; coches imaginarios; castillos preparados para la destrucción... en fin, un finísimo trabajo con la arena que puede hacer de su padre un profesional de la construcción efímera. Por cierto, que a raíz de ver Bob Esponja, se empecinaron en hacer ángeles de arena (porque Patricio Estrella, intenta hacer ángeles de nieve en un capítulo )
Había muchos cangrejos en la playa, tanto normales como ermitaños y ellas estaban encantadas cuando su padre los cogía. Se excitaban mucho y al principio no se atrevían a tocarlos (pensaban que les iban a picar) pero al final querían llevárselos de mascotas a casa y de eso ni hablar. Todos volvieron al agua, que era donde les correspondía estar.
El binomio playa-chiringuito ha funcionado a la perfección y el mundo del choco frito y las coquinas se ha abierto ante ellas, descubriéndoles lo maravilloso que es ir de raciones por el mundo. Eso sí, les costaba mucho, mucho, mucho quedarse quietas más de tres minutos en sus sillas y yo acababa jurándome una y otra vez que sólo acudiríamos al MacDonald hasta que tuvieran catorce años. ¡Jesús, que vitalidad!
Como han aprendido a nadar (entiéndase flotar sin especial riesgo para sus vidas) se han envalentonado mucho y entraban en el agua con bastante soltura, lo que trajo consigo que alguna vez que otra se fueran con medio litro de agua de mar en la barriga... son gajes de las olas.
La piscina es un ámbito mucho más cerrado, que permite controlar mejor a los niños. Se bañaban, tanto en la típica piscina de chapoteo, como en la de mayores. Bucean como dos pececitos y se atreven a ir a zonas hondas sin flotador, siempre que los mayores estemos a su lado. Bueno, creo que Julia se atrevería a ir sola, pero yo no la dejaría ni por un millón de euros. Allí reinaban las pelotas, las muñecas y todos los cachivaches que pudieran llevar en la mochila.
También ha resultado importante la afición de Julia por... pero eso lo voy a dejar para otra entrada, si puede ser acompañada de vídeo.

DE VUELTA DE LAS VACACIONES (I)

Comprobar ortografía
Volvimos de las vacaciones, no sé si con las pilas cargadas, pero regresamos. Estuvimos en Huelva y por primera vez en un apartamento. Estaba preocupada, porque creí que iba a resultar más complejo, de lo que resultó al final. los dos nos encargábamos de las comidas (que es lo más pesado) y como había lavavajillas, aligeramos mucho el trabajo. Fuimos a la piscina, a la playa, salimos de paseo, hicimos excursioncillas y confirmamos lo que nos temíamos: tenemos dos devoradoras de coquinas y chocos entre nosotros. En fin , hay que disfrutar de lo que uno tiene.
Saludos