ALELUYA, ALELUYA



¡Por fin, por fin!. Las gemelas llevan dos noches durmiendo del tirón, solitas, sin necesidad de mecerlas. No nos lo acabamos de creer. ¡Aleluya!¡Aleluya! (léase con música del Mesias de Haendel). Su padre y yo estamos encantados. Aunque es mejor no tirar las campanas al vuelo, porque son pocas las noches en que hemos conseguido la victoria.
El camino ha sido duro. Son varios los pasos que hemos dado para llegar hasta aquí. Primero he estado jugando con ellas infinidad de tardes dentro de la cuna. Los juegos son múltiples, pero el más importante era el "juego de dormir". Vosotros diréis ¿que es el juego de dormir? Pues muy facilito, las metía en la cuna, y les decía que tenían que taparse y fingir que dormían. No con estas palabras, pero esa era la actitud. Les daba su peluche de dormir, un chupete, las tumbaba, y las tapaba con la manta, y luego yo decía "las niñas se han dormido shhh, shhhh", y a ellas les hacía mucha gracia. Patricia se animó enseguida a jugar, se tiraba en cualquier postura, y se hacía la dormida, había veces que se volvía hacía mí y me decía ¡shhh!, tapando su boca y nariz con el índice derecho. Julia, los primeros días, ni siquiera quería entrar sola en la cuna, así que la metía con Patricía, y cada una se hacía la dormida por un lado, de vez en cuando se daban un cabezazo.... es lo que tiene la falta de espacio. Al cabo de los días Julia accedió a jugar en su cuna solita. A veces les apagaba la luz, para encenderla a renglón seguido, y las tres nos reíamos un montón.
Con los juegos en la cuna he estado un par de meses, pero supongo que puede hacerse en menos tiempo. Mi objetivo entonces era, que cuando se despertasen en la cuna por la noche, no se asustasen demasiado, y sus llantos fueran los mínimos. Al tiempo, conseguía hacerles ver que hay que dormir solas., y hacía de la cuna un lugar agradable.
Hace un par de semanas, he pasado a ponerlas a dormir en la cuna, durante la siesta. Antes las dormía en cualquier sitio, y luego las pasaba a la cuna. En estas semanas, les he dado su chupe, su peluche, y con la persiana levantada, las he dejado solas en la habitación. Al principio se quejaban un poco, a los dos o tres minutos, visto que la queja no prosperaba se ponían a jugar, y finalmente acababan durmiendo, no tardan más de 20 minutos desde que entraban en la cuna, hasta que se dormían. Las siestas doblaron su duración, pasaron a durar un mínimo de hora y media, aunque en la mayor parte de los casos, viene durando dos horas.
El último paso, se produjo hace varias noches, comencé a ponerlas en la cuna para que se durmieran en ella. Las primeras noches no pudo ser, lloraban mucho, o cuando parecía que lo conseguían alguien llamaba por teléfono y todo se fastidiaba. He de aclarar que si ellas lloran, soy incapaz de dejarlas solas, tengo que acudir a galope a consolarlas, a calmarlas. Hace dos noches, repetimos la función, luz tenue encendida (de esas nocturnas, que dan poquita luz, suficiente para que ellas vean la habitación, pero no las desvele), y las dos niñas fueron de cabeza a la cuna, con su chupete, y peluche de dormir. Debo decir que siempre dejamos la puerta de su habitación entreabierta para poder oírlas, verlas, y que ella sepan que hay gente, que no están solas. Al igual que en la siesta, protestaron un par de minutos, y cuando nos dimos cuenta, estaban de cháchara (sea lo que sea lo que dicen), después se agarraron a los muñecos de dormir, y al cabo de los veinte minutos estaban dormida como troncos.
Durante estas dos noches apenas si se han despertado, (salvo algún incidente de exceso de micción) han dormido al menos durante ocho horas seguidas... estamos sorprendidísimos, y contentos. Todo se ha producido de una forma gradual, sin traumas, sin llantos. Hay quejas, es cierto, pero no más que cuando las dormimos en brazos, son un par de minutos malos, en los que el sueño ataca, y ellas tratan de resistirse. No están desconsoladas, no tiemblan. Yo me siento cómoda, y feliz, muy feliz.
Espero que mi experiencia sirva a alguien. Nosotros, lo que hemos intentado es que se acostumbren a las cunas, que no las vean como algo negativo, que estén tranquilas, y que no se sientan solas. Creo que después de diecisiete meses nos merecíamos dormir bien al menos un par de noche. No sé si se trata de una tregua, pero sea lo que sea me gusta.
Deseadme suerte, y que me dure, al menos dos semanas.
PD: Los muñecos que tienen en brazos, no son sus peluches de dormir. Son unos muñecos blanditos, con los que juegan de vez en cuando.

DEPORTES EXTREMOS


Parece que el caminar va perdiendo todos los secretos que tenía para las niñas. Antes iban como un borrachín, y ahora parecen dos vaqueros del lejano oeste, con las piernas escarranchadas por la anchura de los pañales. A pesar de estos inconvenientes, ellas, inasequibles al desaliento, se van iniciando en el intrincado mundo de los deportes, en los que sin lugar a dudas dejarán el pabellón mucho más alto que su madre, que siempre pensó, que correr era cosa de cobardes. Así, sin apenas darse cuenta, las niñas practican varias modalidades deportivas, con vista a los futuros juegos olímpicos del "dosmilloquesetercie".
Sus entrenamientos cubren las siguientes modalidades:
  • Natación; martes y jueves, durante una hora, en piscina de verdad. Practican inmersión, movimiento sin tregua sobre los brazos de los papás, o en churro (instrumento alargado y de forma circular, multiples colorines, fabricado en material parecido a la gomaespuma, que se vende en cualquier almacén de los chinos, sobre todo en verano). En la bañera de casa, que no es olímpica, han decidido mejorar su chapoteo, y los trescientos metros salpicando, que provocan que todos, todos acabemos tan mojados como ellas (anoche yo acabé más mojada que ellas, palabra).
  • Carreras atléticas; a diario, practican los seis metros lisos en el pasillo, pero con coraje, y ayudadas por sus juguetes (peluches, muñecos de goma, cubos, cajas, móviles de tela...), consiguen a lo largo de la tarde llegar a practicar los seis metros obstáculos, incluso, los seis metros relevo.
  • Fútbol; en la terraza de los abuelos, donde sus primos Enrique y Juan Pedro olvidaron alguna pelota que otra. Allí, demuestran gran habilidad para dar patadones sin complejos. Ahora no practican, porque su abuela (mi mamá), está enferma ingresada en el Hospital.
  • Lanzamiento de martillo, bueno, quien dice martillo, dice cualquier otra cosa..., la cuestión es tirarlo y ver a donde llega, si bota mucho, y hace más ruido, miel sobre hojuelas,y eso a pesar de lo que piensen los vecinos del tercero, que bastante le hemos aguantado, cuando cantaba todos los jueves por la noche, "Dame veneno que quiero morir", a cualquier cosa con faldas y piernas que pasara por la calle, fuera una chica, o un escocés.
  • Escalada; modalidad, que se practica en el corralito donde las encerramos, es cuestión de ir practicando, tatuarse los planos del parque, como en Prision Break y tratar de fugarse subiendo por las paredes.
Iremos informando de los avances que se produzcan, y su evolución a lo largo del tiempo. Agradecida una vez más por la atención que nos prestan, se despide la mamma.

PROBLEMAS SENSORIALES

Según va pasando el tiempo, me doy cuenta de que no sólo es el aspecto físico lo que cambia con la maternidad, esos pellejos rebeldes que se niegan a volver al lugar donde estaban unos meses antes. Las tetas se caen, pero el problema principal radica en que también tengo afectada la visión y el oído.
Mi visión ha cambiado y creo que de seguir así tendré que acudir al especialista. La duda que me surge es ¿qué especialista?. Porque lo mio no es un problema de miopía, hipermetropía o agtismatismo, aunque es cierto que sufro cierta ceguera enamoradiza, que no resulta preocupante. Lo mio es un problema de percepción e interpretación de la realidad, y así donde antes veía unas bonitas piedras que adornan y separan el césped del albero, en el parque de Castelar, ahora veo unos dientes feroces dispuestos a desgarrar y golpear la carnecita de mis niñas. Donde antes volaba una paloma, sólo veo una rata voladora llena de gérmenes. Y por supuesto, donde antes había suciedad sin mayor trascendencia, ahora hay un ejército de gérmenes dispuestos a causar gastroenteritis, o cualquier otra "itis". Y a pesar de esta deformación visual, no queda más remedio que apechugar, y continuar yendo al parque, alimentando a las palomas, y vigilando que nadie osé coger nada de ese suelo tan sucio y atractivo.
Sé que esto no es un problema gemelar, lo más que puede causar tener gemelos en este caso, es que tienes que multiplicar tu atención, para que Julia no coja un cacho de pan del suelo del parque y se lo meta en la boca, o para que Patricia no chupe las barras que rodean al estanque, que están infestadas de suciedad.
Tampoco va a la zaga mi oído, pero en este caso no es que deforme lo que percibe, sino que percibe demasiado. Un pequeño quejido nocturno, una respiración irregular, dos toses seguidas. Todo es percibido con demasiada intensidad, no se le escapa nada. Y yo me preguntó ¿cómo es posible que suceda esto? A mi que antes no escuchaba nada de nada, que mi madre se desesperaba intentando hacerme espabilar...
Tal vez no esté tan enferma como parecía en un principio, puede que no necesite acudir a ningún especialista después de todo. Que estos problemas sensoriales sea la normalidad de las paranoias marternales, y que lo suyo sea continuar haciendo las cosas que nos gustan aunque esos "monstruos" se encuentren tan cerca, y que cuando en mitad de la noche se oiga un pequeño quejido, haya que tirar de tranquilidad y esperar unos segundos, antes de lanzarse a la oscuridad. Todo irá bien

EL MEJOR REGALO QUE RECIBIÓ AYER EL OTRO MAMMA



Ni el navegador, ni las ray-ban. El mejor regalo vino por la tarde cuando Patricia me plantó un besazo porque le dio la gana.

EL CAMINO DE LAS HORMIGAS


CONOCIENDO EL MUNDO


El sábado pasado fuimos de viaje, a Oliva de la Frontera y Jeréz de los Caballeros, de ahí vienen nuestras familias. Nos llevamos a las niñas, que pasaron el viaje durmiendo.
Lo pasaron fenomenal, visitamos el parque de Santa Lucía, y lo pasaron como los indios, asomándose al mirador del parque, persiguiendo hormiguitas, como las grandes exploradoras que en su día serán. Subieron y bajaron escaleras, se cayeron un montón de veces al suelo, y se rasparon aún más sus zapatos granates. Me encanta verlas tan activa, correteando, persiguiéndose, y luego zampando como bestezuelas los yogures que le ofrecíamos.
Nuestros pueblos son muy bonitos, Oliva es llano, sólo el santuario de la Virgen de Gracia se encuentra en alto. En la fotografía de arriba podéis verlo al anochecer.
Jerez de los Caballeros es un pueblo situado en plena sierra, con varias iglesias, y torres barrocas. Calles empinadas, blancas, varios castillos casonas antiguas, señoriales. Las calles son, en muchos casos, tremendamente empinadas, de estas empedradas que no admiten asfalto, para salvaguardar su belleza. Las aceras, son en muchos casos demasiado estrechas para poder circular con carrito gemelar, incluso con uno normal, por eso bajamos a las niñas y las hicimos ir a ratos andando y a ratos en brazos. Ellas encantadas, nosotros, sus padres y abuelos, deslomados.
¡Que maravilla es esto de descubrir el mundo! Que todo sea nuevo, que nos entusiasmen hasta las moscas que vuelan alrededor, que las hormigas supongan una novedad, y seguir su camino con el dedo sea tan divertido . ¡Que poco importan las agujetas que tuvimos (los padres) al día siguiente!.
Gajes del oficio paternal.

17 RAZONES PARA CELEBRAR 17 AÑOS DE "NOVIAZGO"




  1. Encontré el hombre de mi vida.
  2. Tengo compañía sincera y afectuosa.
  3. Alguien me quiere como soy: llenita de defectos.
  4. Puedo comer queso sin compartirlo.
  5. Compartimos todo (menos el queso, y eso porque no te gusta).
  6. Me frotan la espalda en la ducha.
  7. No ha pasado ni un sólo día sin que me digan lo guapa que estoy, y eso aunque tuviera la cara hinchada y una tripa de dimensiones descomunales, o cuando estuve llena de señales de la varicela.
  8. No he vuelto a llorar sola, siempre he tenido un hombro donde apoyarme.
  9. Me respetan y respeto.
  10. Todas las noches me abrazan hasta cortarme la respiración.
  11. Puedo encontrar unos ojos marrones fijos en mi persona en cualquier momento.
  12. El sexo (los fines de semana) resulta divertido.
  13. Conozco tus ojeras, que son un reflejo de las mías.
  14. Sin que me dirijas la palabra, sé lo que estás pensando, y tu lees mi mente con idéntica facilidad.
  15. Los ratos malos parecen lo parecen menos, y los buenos triplican su potencial.
  16. Juntos hemos conseguido un premio de lotería: dos iguales para hoy.
  17. No tengo que pensar ninguna razón más: te quiero.

PARTIRME A LA MITAD


Esto de tener dos hijos, iguales además, resulta complejo en ciertas ocasiones -en realidad, casi siempre-. A veces me planteo si las trato igual a las dos, o si establezco algún tipo de distinción arbitraria. Pienso esas cosas, porque me horrorizaría actuar así. Y eso me lleva a tratar de dividir mi tiempo y atenciones al cincuenta por ciento. Me explico; si estamos los dos -la otra mamma y yo-, trato de alternar a la niña a la que alimento en cada toma, lo mismo sucede en las clases de natación, si el martes nado con una, el jueves lo hago con la otra. Si estoy sola y le doy de comer a las dos, llego al punto, de que trato que las cucharas estén igual de llenas, y cuando la papilla está caliente, se la soplo el mismo número de veces, para que no se quemen, porque si se la he soplado a una y no lo hago con la otra por descuido, me siento mal.
Estoy llegando a un punto donde la atención, parece convertirse en obsesión. El origen se encuentra sin duda alguna en mí, en mis inseguridades. Aún a riesgo de resultar ruin, debo confesar que, siempre pensé que mi madre quería más a mi hermano que a mí, le prestaba más atención, y se sentía más unida a él. Sé que no es cierto, y esos celos infundados son fruto de mi baja autoestima. Pero hasta hace cuatro días, no podía evitar pensarlo. Me ha costado mucho racionalizarlo, y ver que no estaba en lo cierto. A veces, en momentos de bajona personal, vuelvo a verme asaltada por las dudas.
Esa percepción deformada de mi relación con mi madre y hermano, parece reflejarse en la que yo tengo con mis bebés. Odiaría que ellas pensasen que prefiero a alguna frente a la otra. Dentro mía hay amor más que suficiente para las dos, y atenciones a repartir a demanda de las interesadas. Tal vez para quedar segura de que actúo correctamente, debería acudir al rey David, para que me partiera a la mitad. Esfuerzo inútil, porque veo imposible sobrevivir a la operación, y una vez muerta de poco les iba a servir a las niñas.
¡Ay Dios Mio!, ¡que inseguridades más tontas!, ¡que vergüenza!. ¡Socorro!

LECTURAS

A Segun y a mi nos gusta mucho leer, somos dos típicos lectores desordenados. Deseamos que nuestras chatas también desarrollen el gusto por la lectura. De momento tenemos una pequeña biblioteca cedida por los libros que sus primos Marcos y Eduardo dejaron ya atrás, y compuesta por libros duros, de estos de cartón. A esta biblioteca estamos añadiendo otros títulos también en cartón, para que ellas puedan manipularlos.
A mi me gustan mucho los títulos de Satoshi Kitamura, editados por Anaya en la colección "Mi primera sopa de Libros". Las ilustraciones me parecen muy bonitas, originales, no es el típico dibujo dulzón para niño pequeño. Especialmente disfrutan cuando les leemos "Gato tiene sueño", "Gato busca un amigo" o "Ardilla tiene hambre". Les gusta tanto que se lo leamos nosotros, como tenerlos ellas e ir inventándose, o recordando las cosas que les contamos, vaya usted a saber. El caso, es que disfrutan bastante, y es una forma de ir creando cierto amor por los libros. Ahora todavía no leemos (lógicamente), pero sí adivinamos figuras, las nombramos (a nuestra manera), aprendemos que es un gato, qué una nuez, donde podemos esconderlas, y vemos a los animalitos salir victoriosos en las empresas que acometen.
Ya han destrozado un par de libros, los que más les gustan, pero no parece que les importe, porque pueden seguir jugando con ellos. Al final, lo mismo tenemos que volver a comprarlos.

NO VOY A IRME A LA CAMA

No, no voy a irme a la cama, no tengo sueño.....no. Soy un adulto con ganas de hacer cosas de adulto..., voy a ver la tele, voy a leer, voy a zzzzzzzzzzzzzzzzzzz.
(Diario de la mamá)

EL VIAJE DE UNA MADRE


Desde que el lunes entré en el blog Cierta Distancia, de Miguel SanFeliu, no puedo dejar de darle vueltas al asunto. Allí Miguel daba a conocer uno de los premios Pulitzer del año 2.007. La fotógrafa Renée Byer. El reportaje que ha sido objeto del galardón, ha sido uno llamado "El viaje de una madre", en el que la cámara desnuda el trance sufrido por Cyndie French y sobre todo su hijo Derek, a quien con diez años, detectaron una forma de cáncer muy rara y agresiva. Los dieciocho meses finales de la vida del niño, aparecen con toda la crudeza y los matices que la vida ofrece. A mi se me encogió el corazón. Tres días después de haberlo visto por primera vez no me lo quito de la cabeza. El amor, la fuerza, la ternura, el dolor, las ansias de vivir, la desesperación, todas esas emociones y más, tienen su reflejo en las fotografías.
Derek Masden, falleció con 11 años, el día 11 de mayo de 2.006. Su madre ha creado una fundación llamada "Derek wish", dedicada a ayudar económicamente a familias que pasan este terrible trance.
Si hacéis clic en la foto debería salir el reportaje entero. Es duro, pero puede que os guste.

ODIO LAS "ITIS"


Odio las "itis". No hay mucho más que decir, las bronquitis, otitis, amigdalitis, faringitis... todas las "itis" me resultan fastidiosas. No duermo por las noches, ahora toso un montón, me ponen una cosa pequeña y desagradable por el culo, dicen que se llama supositorio, y que me hará sentir mejor, ¡ja!. Odio los jarabes de fresa, mamma, me engaña para tomarlos los disuelve en el biberón, como esta mañana, y se cree que no me doy cuenta. También me los mezcla con la papilla, y yo me dejo hacer. ¡Pobre inocente!. Las dos mammas (la grande y la pequeña), comienzan a cantar "¡jarabe de fresa, para la princesa!". No sé como saben las fresas, pero ya les tengo manía.
Vomito mocos, no puedo descansar. No tengo ganas de jugar, bueno.. eso no es del todo cierto. A ratos sí quiero jugar con Patricia, hasta que se pone a morderme, y yo le devuelvo el bocao' . ¡Dadme una galleta de chocolate!, no quiero más de esas sosas galletas cuadradas.
Mamma me mira seria y dice que Patricia también empezará a toser, ella se ríe, no tose, cierra los ojos y sonríe, Mamma hace lo propio, extiende los brazos para cogernos en el parque y nos pone morritos. Creo que son dos inconscientes. Dice que es inevitable, que el tiempo trae estas cosas, que son normales en los niños, que nos pondremos malas muchas veces, para ¿inmunizarnos? -uf, que difícil-, que cuando venga el verano todo cambiará, iré con poca ropa y no tendré "itis". Creo que así se consuela, aunque a mi no me vale de nada. Ahora, me mira seria y me riñe un poco, "¿porqué te desarropas por la noche?", me dice. Yo quiero explicarle, que estoy dormida, que no sé lo que hago, pero me salen los ruidos de siempre "Taaa, tata, cot cot cot, lori lori lori!". Ahora no sé que me fastidia más, estar mal, o que esta mujer no me entienda.
Además, seguro que me llevan a ver al hombre ese, que me mete palos en la boca, me mira las orejas, y me incomoda tanto. Pediatra, le dicen. No quiero, bueno, en realidad, me gusta ir allí, porque hay muchos nenes, pero cuando aparece el señor de las gafas, quiero echar a correr, y las mammas no me dejan. Me piden que no llore, ¡como no voy a llorar, con las perrerías que me hacen!. Me desnudan, me ponen una cosa fría en la espalda y el pecho, me meten el palito en la boca -ya lo he dicho-, me mete una cosa en las orejas, me hace andar descalza por una pasarela, me pesa, me mide... oh, que cansino.
Detesto la tos, sentirme débil, cansada. Lloro. ¡Quiero ir a la piscina! ¡Quiero nadar! ¡Quiero irme con los patos!. ¡Como odio las itis!

Fdo. Julia

NUEVA ENTREGA DICCIONARIO ESPAÑOL-GEMELAS GEMELAS-ESPAÑOL


¡Se hace saber, de parte de la señora madre, que las gemelas, van aprendiendo nuevas palabras! -léase a modo de pregón, que me hace ilusión-. Este es el motivo que nos lleva ha efectuar una nueva entrega, sobre sus parluceos, intentos de comunicación, que no solo se ciñen al lenguaje verbal, sino al de los gestos. Palabra de honor, las niñas ven con frecuencia baby einstein, y en uno de los capítulos al tiempo que dan los nombres a las cosas de casa, emplean el lenguaje de sordomudos, para expresar las palabras. Pues bien, el otro día, las observábamos y nos dimos cuenta de que iban haciendo algunas cosas con las manos. Cuando les prestamos algo más de atención, vimos que querían reproducir lo que estaban viendo hacer a Marlee Martin y a una niña preciosa, en la televisión: mesa, silla, piano, nevera, ventana... son algunas de las palabras, que con gestos tratan de reproducir, y no lo hacen demasiado mal, para sorpresa de sus padres.
Los gestos se han convertido en una forma alternativa de comunicarnos, y así si extienden el dedo gordo y el índice formando una ele, sé que quieren que les cante algo -los pollitos, pinpón, las manitas...-, también tienen un gesto específico cuando quieren decir que un pájaro se echó a volar, o cuando te explican como les dan de comer a los patos..., es curiosísimo. Pero tengo que reconocer que al menos estos dos últimos gestos se los han enseñado sus abuelos, lo de las canciones no sé de donde lo han sacado.
En cuanto al lenguaje verbal, al tiempo que de vez en cuando pronuncian alguna palabra correctamente, y luego la olvidan -tarta, sucio...-, hay palabras que se repiten, y asientan en su mente:
"A jugá". Pues eso, a jugar, aunque lo utilizan para hacer todo lo que les gusta.
"Adió". Adiós, Julia dixit, aunque lo usa cuando ya nos hemos ido, cosas de la lógica, que no cuadran con el lenguaje, para que voy a decir adiós si todavía estás aquí.
"Ante". Elefante, Julia dixit también. Básicamente los elefantes pintados en su camiseta, no sé si reconocerá alguno más.
"Pavo". Patricia persiguiendo un pavo real por el parque de Castelar, y chillando un montón de veces. El pavo en cuestión, huye de la niña, como alma que lleva el diablo.
"Papá". De vez en cuando Patricia se refiere así a su padre, que se emociona. Aunque, en cuanto llega Julia, ya se encarga de corregir a su hermana y decirle "mamma", para que todo siga como antes. Además Julia emplea un inmejorable acento italiano.
Aunque su vocabulario no es muy amplio, su entendimiento sí lo es y cada vez comprenden mejor lo que les decimos. En próximas entregas espero aumentar este particular diccionario.