Aquí, como en otras muchas ciudades de España, se celebra durante la primavera "La Feria del Libro". Dura una semana más o menos. Se ubica en una plaza muy céntrica, que en mi humilde opinión no es el asentamiento más adecuado, aunque sea bonito, porque cuando hace un poco de calor, no hay quien pare en los establecimientos. Los que conozcan Badajoz, puede que convengan conmigo en que resultaría más conveniente la celebración en un parque como el de Castelar.
Este año, hemos ido los cuatro juntos. No sólo acudes a ver libros, sino que también se celebran algunos espectáculos. Nuestra intención era verlos, pero a Julia no le gustaron nada las multitudes, se echó a llorar desconsoladamente, y tuvimos que salir corriendo, primero, del espectáculo de cuentos y la siguiente vez que acudimos a la feria, del que daba el Mago Emilio. Sobra decir, que estábamos en primera fila, y tuvimos que liar un jaleo tremendo para salir de las funciones, que estaban hasta arriba de gente.
Situaciones estresantes a parte, les compramos un par de libros de la colección "Mi pequeña biblioteca" de Yoyo, que publica en España, Planeta S.A. (precio 4,95 euros). Uno se titula "Mi cuerpo", el otro "La granja". Son libros de página de cartón , con un dibujo de lineas limpias, muy sencillo, con colores vivos, y letras grandecitas.
Me ha gustado especialmente el de la Granja, por que permite a los niños que no han visto un animal en su vida (como es el caso de las gemelas), saber de donde salen los productos que normalmente tomamos. Me explico; en una página dibujan una gallina, y en la de al lado, media docena de huevos, o un litro de leche al lado de una vaca, así puedes explicarle al niño que estos productos no aparecen sin más en las tiendas, como puede que alguno de nuestros pequeños urbanitas lleguen a creer. Cuando llegué al trigo, vi que al lado había dibujado un saco y dos montones de harina, tuve una idea. Eché un poco de harina en un plato, la estuvimos tocando, la probaron, nos manchamos y quedaron encantadas. Además recurría al cuento, para que ellas vieran que eso no surgía de la nada, sino de un cereal que se llama trigo. Lo pasamos muy bien. Tanto, que la semana pasada, a la hora de la siesta, oí unos pasos descalzos en el salón, y cuando fui a mirar me encontré a Julia sentada en el sofá, con uno de los libros en la mano, haciendo ver que leía.
El del cuerpo también les ha gustado mucho, les enseña partes del cuerpo humano, hábitos saludables... Hay un dibujo de un esqueleto, que les ha enloquecido: "Se ríe, se ríe", dicen mientras miran el dibujo. Está bien, pero me recuerda mucho más a otros que enseñan partes del cuerpo humano. Además enseñan algunas partes que me resultan complicadas para que ellas puedan aprenderlas, e incorporarlas a su cuadro corporal. No sé, por ejemplo una imagen de una niña por delante, tiene una flecha marcando la garganta, en la siguiente la misma niña por detrás con una flecha a la misma altura, y se supone que se trata del cuello. Me parece complejo, y que pueda inducir a error.
En cualquier caso, merece la pena pasar un rato con ellas, leyendo cuentos. Se disfruta más de lo que parece. Por cierto, los abuelos les compraron más libros,y ellas están encantadas con sus nuevas adquisiciones.
Este año, hemos ido los cuatro juntos. No sólo acudes a ver libros, sino que también se celebran algunos espectáculos. Nuestra intención era verlos, pero a Julia no le gustaron nada las multitudes, se echó a llorar desconsoladamente, y tuvimos que salir corriendo, primero, del espectáculo de cuentos y la siguiente vez que acudimos a la feria, del que daba el Mago Emilio. Sobra decir, que estábamos en primera fila, y tuvimos que liar un jaleo tremendo para salir de las funciones, que estaban hasta arriba de gente.
Situaciones estresantes a parte, les compramos un par de libros de la colección "Mi pequeña biblioteca" de Yoyo, que publica en España, Planeta S.A. (precio 4,95 euros). Uno se titula "Mi cuerpo", el otro "La granja". Son libros de página de cartón , con un dibujo de lineas limpias, muy sencillo, con colores vivos, y letras grandecitas.
Me ha gustado especialmente el de la Granja, por que permite a los niños que no han visto un animal en su vida (como es el caso de las gemelas), saber de donde salen los productos que normalmente tomamos. Me explico; en una página dibujan una gallina, y en la de al lado, media docena de huevos, o un litro de leche al lado de una vaca, así puedes explicarle al niño que estos productos no aparecen sin más en las tiendas, como puede que alguno de nuestros pequeños urbanitas lleguen a creer. Cuando llegué al trigo, vi que al lado había dibujado un saco y dos montones de harina, tuve una idea. Eché un poco de harina en un plato, la estuvimos tocando, la probaron, nos manchamos y quedaron encantadas. Además recurría al cuento, para que ellas vieran que eso no surgía de la nada, sino de un cereal que se llama trigo. Lo pasamos muy bien. Tanto, que la semana pasada, a la hora de la siesta, oí unos pasos descalzos en el salón, y cuando fui a mirar me encontré a Julia sentada en el sofá, con uno de los libros en la mano, haciendo ver que leía.
El del cuerpo también les ha gustado mucho, les enseña partes del cuerpo humano, hábitos saludables... Hay un dibujo de un esqueleto, que les ha enloquecido: "Se ríe, se ríe", dicen mientras miran el dibujo. Está bien, pero me recuerda mucho más a otros que enseñan partes del cuerpo humano. Además enseñan algunas partes que me resultan complicadas para que ellas puedan aprenderlas, e incorporarlas a su cuadro corporal. No sé, por ejemplo una imagen de una niña por delante, tiene una flecha marcando la garganta, en la siguiente la misma niña por detrás con una flecha a la misma altura, y se supone que se trata del cuello. Me parece complejo, y que pueda inducir a error.
En cualquier caso, merece la pena pasar un rato con ellas, leyendo cuentos. Se disfruta más de lo que parece. Por cierto, los abuelos les compraron más libros,y ellas están encantadas con sus nuevas adquisiciones.
3 comentarios:
Aqui también se organiza la feria del libro y la feria del libro infantil...pero el mío es vago para leer, él ama las matemáticas....me pregunto a quién salió, yo amo leer..
En la de Madrid se hacen espectáculos, cuentacuentos para los niños. Si ellos aprenden ahora a amar los libros, a sacarles gusto y encontrarlos divertidos, en el futuro serán lectores. Si además tienen un papi y una mami que leen...
Vaya, qué casualidad. Yo les compré esos mismos libros a mis pedugos para Sant Jordi. La verdad es que no les hicieron mucho caso en su momento, pero no sé por qué desde hace un par de semanas están ansiosos por que les leas libros. De hecho la mitad del sofá está literalmente enterrada bajo libros y a ellos les encanta rebuscar, sacar un libro y llevártelo para que se lo leas una y otra vez, una y otra vez (normalmente los 2 a la vez con libros diferentes).
De los dos libros me quedo con el de la granja, porque es el que les llama más la atención, especialmente porque les hago los efectos especiales... (la gallina es mi interpretación más lograda según dan a entender con sus risas).
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