Como dice la canción de Madona (¿se escribe con una o con dos n?, no tengo ni idea), en versión Chanante "el tiempo pasa despacico...". Realmente pasa muy "despacico", pero de forma totalmente inexorable. Las mañanas ceden su sitio al medio día, este a la tarde, ésta a su vez al ocaso, y este ya aburrido a la noche, que durante varias horas nos muestra la lejanía de las estrellas y la falsedad de la luna, que parece iluminarnos, cuando en realidad solo refleja la luz de un cuerpo celeste.
Hoy las gemelas cumplen 9 meses. Hace un año por estas fechas estaba a punto de enterarme que padecían "transfusión feto-fetal", y de pasar los peores días de mi vida. Esta patología, me era desconocida a mi tanto como lo es para otra mucha gente, pero es algo muy complejo y creo que se merece una entrada por sí misma, sin más añadiduras, una entrada que llene de esperanza a cualquier persona que se vea en la situación en la que yo me encontré. Durante toda esta odisea que supuso el diagnóstico, la operación, las diferentes esperas, el reposo..., me tocaba constantemente la barriga y llamaba a Julia, como si así fuera a darle fuerzas, convocando su pequeño espíritu a que se mantuviera fuerte y a mi lado. Patricia tuvo mejores perspectivas desde la operación, y eso me permitió "despreocuparme" ( es un decir), de ella. También durante ese tiempo me juré a mi misma que al cabo de unos meses nos reiríamos de la situación, y aunque ha pasado el tiempo, no puedo reírme, me acongojo cada vez que pienso lo cerca que estuve de perderlas.
Pero como ya decía al principio, el tiempo pasa, despacito, pero pasa, y aquí estamos. Patricia juega al "cucú-tras" con el forro de mi falda marrón de rayas, sí, no hay duda nos incita a jugar , Julia se ríe de las cosas que hace su hermana. Dentro de 3 horas, 4 máximo estaré de nuevo con vosotras.
"El tiempo pasa, despacico.
El tiempo pasa, despacico"
(no repaso esta entrada, está recien salida de las entrañas)

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