CURA DE HUMILDAD PARA VEINTEAÑERAS: TODAS PODEMOS SER SEÑORAS.

Pensaba hacer una entrada seria que tratase el estado lamentable en que se encuentran los parques infantiles de Badajoz. Pero ayer me reí de lo lindo y quería compartir la anécdota. Íbamos las tres de paseo (ellas montadas en el carro, y yo empujando como el burro de carga que soy), y paramos en un semáforo que estaba en rojo. Entonces una de ellas, creo que fue Julia, dijo "¡coche, no!", como si fuera la fase roja para ellos. Maternal y pesada (como siempre), me acerqué a explicarle otra vez las fases de los semáforos y a quien afecta cada una. Concluyendo con un "... cuando el muñeco está en rojo, no pasamos, lo hacemos cuando esta...", y ellas gritaban al unísono "¡Verde!".
Todavía estaba el semáforo con la fase roja para los peatones, cuando dos chicas que estaban a nuestro lado, arregladísimas de la muerte, con veintipocos años (o tal vez diecimuchos), se pusieron a cruzar, momento que aprovechó Julia para gritar muy, muy alto: "¡Señora, no cruces! ¡Señora, no cruces". ¡Ja,ja,ja!. La cara de las chicas fue un poema, yo creo que era la primera vez que les decían "Señoras".
Para mi que Julia ha traumatizado a las muchachas. Seguro que por la noche se aplicaron por primera vez una crema antienvejecimiento, y un contorno de ojos. Daban ganas de decirles : "Creíais que nunca os iban a decir señoras ¿eh?. Pues nada a todos los cochinos nos llega nuestro San Martín , ¡Ja!".
Puse cara de "aquí no pasa nada", aunque me estaba partiendo de la risa, y seguimos con el paseo.
Supongo que nos tocará vivir muchas anécdotas por el estilo, y es que, no hay nada como un niño pequeño para dejarte la moral a ras de suelo.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué monada. A mí Julia me dice eso y yo me vuelvo atrás, me pongo a vuestra altura y pido perdón. Y después me troncho de risa.

(Aquí una veinteañera.)

Una vez llegué a la parada del autobús. Tiene tres asientos. Uno ocupado por la madre de una niña y los otros dos vacíos. La niña estaba subida a un palo que hay detrás. Se me acerca y me habla pero, como tengo la música, no me entero. Cuando la veo mover la boca, me quito los cascos, le pregunto y me dice:

-¿Señora, quiere sentarse?

Jaaaaaaajajaja. Le dije que no y me reí muchísimo. Pero es que después, al rato, debió de verme cansadita o algo, que me lo volvió a preguntar.

Anabel Rodríguez dijo...

Estimada Señora Fusa:
Usted tiene mucho mejor humor, que las que cruzaron ayer por nuestro lado.
Fdo Julia y Patricia.

¡Ja,ja,ja!. En serio, tu anécdota me parece muy divertida, y la niña enternecedora. No me estraña que te tronches de la risa porque no es para menos. En fin, un beso y muchas gracias por tu comentario.

Mónica dijo...

Muy bueno!!! gracias por la sonrisa que acabas de dibujarme.

Una cosa, vas por castelar con frecuencia, a ver si nos vemos!. besitos para las 3

Anabel Rodríguez dijo...

Hola Mónica, pues lo mismo nos conocemos y todo. Acudimos a Castelar los fines de semana, cuando estamos los cuatro juntitos. Cuando me toca ir con las dos, voy más cerquita, porque el carro pesa muuuuucho.
Me alegra hacerte sonreir.
Saludos

Marc i Dolors dijo...

Jejeje!! Es buenísimo, creo que a todas nos ha pasado y realmente es una p...da, pero que divertidas que son tus peques!!

Un besito,

Manuel dijo...

Cómo me gustan esas anecdotas, la verdad es que te pueden alegrar el día.

Todavía me troncho al recordar una mañana en una churrería cuando tuve que sacar a rastras a Natalia y a Marina que andaban enzarzadas en una tremenda discusión acerca de la identidad del "negrito" que acababa de entrar en el local..... por supuesto que la duda era si se trataba de Baltasar (!!!) o no.

Un besote

Anabel Rodríguez dijo...

Hola Dollors. Sí, una putada para las pobre muchachitas, todo preparadas pintadas y monas las pobres. ¡Ayyyy, me meo cada vez que me acuerdo!. Besos

Anabel Rodríguez dijo...

Manuel: Para que engañarnos, me he puesto en situación, y todavía me estoy meando de la risa... por cierto ¿era Baltasar o no?.
Son un puntazo

Geraldine, dijo...

cuando dejas de ser una chica para convertirte en señora?....a mi me comenzó a pasar cuando fui mamá...asi que a los 21 ya me decian señora....hay mujeres que detestan porque las hace sentir mas viejas..
los niños no son crueles, solo dicen lo que sienten

muermi king dijo...

Qué historia más buena... lo mejor Julia y Patricia, lo peor aguantarse la risa.

Anabel Rodríguez dijo...

Estimadísimo muermi:
Ya te tocará contener la risa, ya... y veremos que carita se te queda.
Muaccccc

Antuan dijo...

Pero que bueno! Los niños son graciosísimos cuando tienen ocurrencias propias... Patricia y Julia ya están en la edad ¡disfrutadlas! (y dadnos algunas miguitas de información, así nos reiremos también)

Un besote!

Unknown dijo...

Los niños tienen el don de la frescura, la ternura y la capacidad de poner a los mayores en contínuos aprietos.......... algunos muy merecidos.

Tienes dos hijas encantadoras y su simpatía y espontaneidad hacen que los demás tengan buen humor por fuerza.

Un beso, Anabel y otro a tus gemelitas.

velvetinna dijo...

Qué capullina eres!!! Jajaja a mí también me llamaron unos niños señora con veintipocos años y me quedé extrañada, pero luego pensándolo bien hasta me me alegré de que unos niños pequeños fueran tan educados como para decirme "señora" y no "eh, tú". A mí me preocuparía más que la palabra, el hecho de que un par de niñitas pequeñas me tuvieran que reprender por cruzar la calle en esos momentos. Me encanta esa espontaneidad de los niños, tienes que pasártelo en grande con ellas jejeje. Un beso.

velvetinna dijo...

La anécdota de Manuel me recuerda a otra que viví de cerca, íbamos por el súper mi madre, mi hermano pequeño, que por entonces tendría unos tres años, y yo que tendría unos quince (imagináos la vergüenza típica de esa edad), y al pasar un señor a nuestro lado a mi hermano no se le ocurre otra cosa que decir a grito pelao y súper contento por el descubrimiento ¡¡¡MIRA MAMÁ!! ¡¡¡UN NEGROOOOO!!