No sé. Este tiempo nos trae locos, no sabes cómo vestirte, ni cómo vestir a las niñas, ni nada. Hasta que ha roto el calor, hemos pasado unas semanas bastante locas, que han traído como resultado unos constipados, infecciones respiratorias, fiebres muy altas y muchas noches sin dormir. La semana pasada mi casa fue un hospital de campaña. Por suerte, parece que nos recuperamos bien, pero la verdad es que me he quedado un poco tocada anímicamente... cómo lo explicaría: muy cansada, no sólo física, sino también mentalmente.
Por cierto, que para rematar la faena, por fin conseguí que la compañía médica me buscara un oftalmólogo (el que había se había mudado de provincia, sin decir ni mu) y llevé a las gemelas a revisión. Un consejo, si tenéis que llevar dos niños pequeños a este tipo de consultas, sobre todo, si van a dilatarles las pupilas: cargaos de paciencia y pedid que os acompañe otra persona, porque los pobres lo pasan fatal. Mi madre me acompañó y a pesar de su ayuda, pasamos un rato bastante malo. Patricia casi se queda dormida en una silla. Le afectan mucho esas gotas, de hecho, la primera vez que se las echaron alucinó y no es broma. A lo difícil que resulta echarles las gotas, hay que añadir el posterior enfado, las molestias, los lloros... En fin, habría que vernos a los demás con tres años.
El resultado de la revisión: mantenimiento de gafas para Julia y consejo para que Patricia se las ponga. Ni que decir tiene que, como además tienen las mismas dioptrías, a Patricia le faltó tiempo para ponerse las gafas de repuesto a su hermana. Ventajas de ser gemela.
Por cierto, que para rematar la faena, por fin conseguí que la compañía médica me buscara un oftalmólogo (el que había se había mudado de provincia, sin decir ni mu) y llevé a las gemelas a revisión. Un consejo, si tenéis que llevar dos niños pequeños a este tipo de consultas, sobre todo, si van a dilatarles las pupilas: cargaos de paciencia y pedid que os acompañe otra persona, porque los pobres lo pasan fatal. Mi madre me acompañó y a pesar de su ayuda, pasamos un rato bastante malo. Patricia casi se queda dormida en una silla. Le afectan mucho esas gotas, de hecho, la primera vez que se las echaron alucinó y no es broma. A lo difícil que resulta echarles las gotas, hay que añadir el posterior enfado, las molestias, los lloros... En fin, habría que vernos a los demás con tres años.
El resultado de la revisión: mantenimiento de gafas para Julia y consejo para que Patricia se las ponga. Ni que decir tiene que, como además tienen las mismas dioptrías, a Patricia le faltó tiempo para ponerse las gafas de repuesto a su hermana. Ventajas de ser gemela.