HOSPITAL DE CAMPAÑA, REVISIONES Y DEMÁS


No sé. Este tiempo nos trae locos, no sabes cómo vestirte, ni cómo vestir a las niñas, ni nada. Hasta que ha roto el calor, hemos pasado unas semanas bastante locas, que han traído como resultado unos constipados, infecciones respiratorias, fiebres muy altas y muchas noches sin dormir. La semana pasada mi casa fue un hospital de campaña. Por suerte, parece que nos recuperamos bien, pero la verdad es que me he quedado un poco tocada anímicamente... cómo lo explicaría: muy cansada, no sólo física, sino también mentalmente.
Por cierto, que para rematar la faena, por fin conseguí que la compañía médica me buscara un oftalmólogo (el que había se había mudado de provincia, sin decir ni mu) y llevé a las gemelas a revisión. Un consejo, si tenéis que llevar dos niños pequeños a este tipo de consultas, sobre todo, si van a dilatarles las pupilas: cargaos de paciencia y pedid que os acompañe otra persona, porque los pobres lo pasan fatal. Mi madre me acompañó y a pesar de su ayuda, pasamos un rato bastante malo. Patricia casi se queda dormida en una silla. Le afectan mucho esas gotas, de hecho, la primera vez que se las echaron alucinó y no es broma. A lo difícil que resulta echarles las gotas, hay que añadir el posterior enfado, las molestias, los lloros... En fin, habría que vernos a los demás con tres años.
El resultado de la revisión: mantenimiento de gafas para Julia y consejo para que Patricia se las ponga. Ni que decir tiene que, como además tienen las mismas dioptrías, a Patricia le faltó tiempo para ponerse las gafas de repuesto a su hermana. Ventajas de ser gemela
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SEMANA SANTA (Segunda Parte)











Además de visitar una playa sin sol, también fuimos al Zoológico de Lisboa. Los animales protagonistas de tantos cuentos, se hicieron de carne y hueso. Creo, que aún son pequeñas para disfrutar plenamente de la experiencia. Los animalitos de los cuentos infantiles sin duda son más divertidos: no se pasan horas durmiento la siesta, además hablan y les pasan cosas divertidas...
En cualquiera de los casos, lo pasaron bien siendo más salvajes que muchas de las fieras que encontramos.
Por lo demás, el "Jardim Zoológico" de Lisboa tiene unas instalaciones bastante buenas, los animales parecen estar muy bien cuidados y el personal es muy amable. La única nota negativa es que la zona de aparcamiento, además de pequeña, está muy mal señalizada, y la entrada en coche es un lio. (la próxima visita utilizaremos el trasporte público).





SEMANA SANTA (Primera parte)




Esta Semana Santa, hemos estado en Sesimbra (Portugal) y desde allí hicimos una excursión al Zoo de Lisboa.
Sesimbra es un pueblo marinero típico portugués, tiene un paseo marítimo muy coqueto, un antiguo fuerte que se puede visitar y un castillo. El Ayuntamiento pone carpas y atrccione en el fuerte durante el verano. El castillo también se puede visitar todo el año, se organizan obras de teatro y jornadas musicales en verano. Una nota más morbosa: en el castillo hay un cementerio, aunque no sé si la gente sigue enterrándose allí o ya no.
Es un pueblo muy bonito, que se está viendo desbordado por el turismo (español sobre todo). Está muy cerca de Lisboa y posee un entorno de sierra muy hermoso. También se pueden visitar enclaves naturales espectaculares, como Cabo Espichel,
Lo hemos pasado muy bien en la playa aunque no nos bañamos, y es que el agua de Portugal está fría en verano, invierno, otoño y primavera... vamos que si metes los pies dejas de sentirlos. Aunque estoy mintiendo, dos personas sí tuvieron valor para mojarse, Patricia incluso se mojó la camiseta. Creo que los niños carecen de sensibilidad para el agua fría cuando juegan.
Julia, por su parte, encontró una roca donde podía hacer la escena de "La Sirenita" en la que Ariel acaba de dejar al príncipe en la playa, y ahí se colocó y se punto a cantar voz en grito. Patricia se disgustó algo, pero el sofocón le duró poco, porque había otra roca al lado, así que las dos pudieron ejercer de sirenas.
La primera noche les costó un poco dormirse, porque extrañaban las camas, pero como habían jugado tanto, acabaron rendidas.
Eso sí, a Dios pongo por testigo (en el más puro estilo Escarlata O'hara) que no volveré a entrar en un restaurante para adultos con ellas hasta que tengan que depilarse por primera vez. Mi vida se centrará en el MacDonald y semejantes en los próximos años. No creo que pueda resistirlo. Cuando no era una cosa, era otra no pararon un momento, ¡qué estrés!.


La excursión al zoo me la guardo para otra entrada (en esta semana, lo prometo)