(Toledo de madrugada)
Creo que me voy a caer del sueño que tengo. Esta noche me despertó Julia a las 2:30, porque no se había tomado el último biberón completo. Lo bebió en un pis pas, y cuando yo estaba pensando en volver a la camita, después de un cuarto de hora de vela..., el drama... se despertó Patricia. Su padre se levantó con ella en brazos, más dormido él que ella (la niña tenía los ojos abiertos de par en par), y me la dejó para que yo la durmiera...
¡Ay, ay, ay! No se dormía de ninguna forma, la meneaba un poquito, cantando eaeaeaeaeaeae, me sentaba, me volvía a levantar, paseaba por el salón a oscuras, de una habitación a la otra-eaeaeaeaeaeaea- giro sobre mi cintura, al tiempo que la agito, y no, la niña no se duerme. Me mira, se ríe, otras veces llora... cuando por fin parecía que se había dormido, la puse en la cunita y sucedió lo que tenía que pasar, se despertó otra vez. Así, hasta en tres ocasiones.
No concilió el sueño hasta las 4:30, cuando mis fuerzas flaqueaban, se me cerraban los ojitos, el cuerpo se iba flojando, y el ánimo no estaba nada alto. Hacía cinco minutos, que había optado por mecerla sentada en el sofá. La dejé en la cuna, y aunque ya no me sentía las piernas, hice un último esfuerzo y las levanté para acostarme. Podría decir que me invadió el sueño, pero no me dio tiempo ni a eso, caí sobre Morfeo con tal fuerza, que seguro le he hecho daño.
¡Ay Dios mio! ¿Volveré a dormir medio bien alguna vez durante esta vida?
1 comentario:
qué maravilla de blog. qué frescura en los textos....
quiero un par de hijas tuyas
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