Cuando los niños son pequeños, todos creen que su madre es la más guapa. Yo no lo creía, tenía, y tengo el convencimiento, de que realmente lo es. No, no me engaño.
Ella es una de las pocas personas que conozco que no sabe lo que es una base de maquillaje, porque no la ha necesitado nunca, es propietaria de una piel perfecta, impoluta (creo que no sabe lo que es un grano). Si en una enciclopedia, recogieran la expresión belleza clásica, y al lado colocaran una foto, esa sería la de mi madre, sin lugar a dudas. Eso sí, tendrían que hacérsela, en un momento en que estuviera descuidada, porque no se como se las apaña para poner unas caras extrañísimas cuando posa. El otro día encontré una foto antigua, que me gusta bastante. No es la mejor, pero resulta bastante natural. Yo soy la que está subida en sus rodillas. Miradla y decirme que no es preciosa. Si os atrevéis, claro, porque en ese caso os retaré a duelo juntos o de uno en uno, no lo dudéis. ¿Creéis que me ciega el amor?, ni hablar. A propósito, después de mirar la foto os daréis cuenta que nos parecemos lo mismo que un huevo y una castaña, y es que yo salí a mi padre.
Pero no sólo de apariencia vive la mujer, en este caso mi madre, sino también de fondo, y si es preciosa por fuera, por dentro es aún mejor. Maestra de profesión, ha sabido llevar de forma equilibrada su entrega a la familia y a los niños que enseñaba. Aunque siempre se ha declarado una enamorada de la medicina, estudió magisterio, donde ha desempeñado su papel de "seño" a las mil maravillas. Amable, generosa, comprensiva, trabajadora, con un sentido de la dignidad y justicia elevado, recuerdo que todos los días venía a casa contándonos historias de sus pequeños alumnos, y se la llevaban los demonios cuando alguien hacía un feo a un niño, porque sus padres no tenían medios, estaba abandonado o su familia rondaba la marginalidad. Sin proponérselo, me ha enseñado uno de los dos pilares que rigen mi vida: Trata a los demás, como te gusta que te traten.
Continuando con su esencia docente, en la actualidad por las mañanas, se encarga de Julia y Patricia, y ha pasado a ser "Lela Tochi". Incluso Patricia le ha compuesto una canción, en la que repite "Lela Tochi, Lelo Juan" hasta la saciedad y con distintos ritmos. Por las tardes, los abuelos ayudan con las tareas a los nietos más mayores; Juan Pedro y Enrique, por lo que se ve que aunque se hayan jubilado, no abandonarán la enseñanza nunca.
Muchas veces digo que es una "profesional de los niños", y que los maneja como quiere. Ella es la única que logra que las gemelas se vayan a la cama sin protestar a las diez de la noche y encima contentas. ¿Cómo lo consigue? Ni idea.
Despistada en grado sumo, si le entregáis algo para que lo custodie, tenéis un 70% de posibilidades de no volver a ver el objeto en cuestión, porque el celo con el que lo custodiará, nunca irá parejo con su memoria.
Curiosamente, el despiste no está reñido con otra de las cualidades que la adornan, es la inquietud intelectual, esa que le impide estar satisfecha consigo misma, y que en los últimos tiempos la ha llevado al maravilloso mundo de internet, donde de manera frecuente y silenciosa visita los blogs que doy en escribir. Y es que, acercar el mundo de las nuevas tecnologías a una mujer tan curiosa tiene sus riesgos, y si eres un poco tímida (como es mi caso), puedes acabar expuesta a las miradas que más terror te causan; las de tus padres.
Los años se han ido sucediendo de una forma caótica, porque la vida es caos, no puede ser de otra manera, y aquí está ella, cumpliendo hoy su mayoría de edad. Te encuentro tan preciosa como el día que te conocí, hace casi 36 años. No sé si te acordarás, coincidimos en el Hospital de la Cruz Roja, a la hora de comer, un día de mucho calor. Yo por mi parte, dispuesta a entonar un virtual cumpleaños feliz, y a recordarte que madre no hay más que una, y yo he tenido una suerte tremenda de tenerte conmigo. Besos enormes y Feliz cumpleaños.
Ella es una de las pocas personas que conozco que no sabe lo que es una base de maquillaje, porque no la ha necesitado nunca, es propietaria de una piel perfecta, impoluta (creo que no sabe lo que es un grano). Si en una enciclopedia, recogieran la expresión belleza clásica, y al lado colocaran una foto, esa sería la de mi madre, sin lugar a dudas. Eso sí, tendrían que hacérsela, en un momento en que estuviera descuidada, porque no se como se las apaña para poner unas caras extrañísimas cuando posa. El otro día encontré una foto antigua, que me gusta bastante. No es la mejor, pero resulta bastante natural. Yo soy la que está subida en sus rodillas. Miradla y decirme que no es preciosa. Si os atrevéis, claro, porque en ese caso os retaré a duelo juntos o de uno en uno, no lo dudéis. ¿Creéis que me ciega el amor?, ni hablar. A propósito, después de mirar la foto os daréis cuenta que nos parecemos lo mismo que un huevo y una castaña, y es que yo salí a mi padre.
Pero no sólo de apariencia vive la mujer, en este caso mi madre, sino también de fondo, y si es preciosa por fuera, por dentro es aún mejor. Maestra de profesión, ha sabido llevar de forma equilibrada su entrega a la familia y a los niños que enseñaba. Aunque siempre se ha declarado una enamorada de la medicina, estudió magisterio, donde ha desempeñado su papel de "seño" a las mil maravillas. Amable, generosa, comprensiva, trabajadora, con un sentido de la dignidad y justicia elevado, recuerdo que todos los días venía a casa contándonos historias de sus pequeños alumnos, y se la llevaban los demonios cuando alguien hacía un feo a un niño, porque sus padres no tenían medios, estaba abandonado o su familia rondaba la marginalidad. Sin proponérselo, me ha enseñado uno de los dos pilares que rigen mi vida: Trata a los demás, como te gusta que te traten.
Continuando con su esencia docente, en la actualidad por las mañanas, se encarga de Julia y Patricia, y ha pasado a ser "Lela Tochi". Incluso Patricia le ha compuesto una canción, en la que repite "Lela Tochi, Lelo Juan" hasta la saciedad y con distintos ritmos. Por las tardes, los abuelos ayudan con las tareas a los nietos más mayores; Juan Pedro y Enrique, por lo que se ve que aunque se hayan jubilado, no abandonarán la enseñanza nunca.
Muchas veces digo que es una "profesional de los niños", y que los maneja como quiere. Ella es la única que logra que las gemelas se vayan a la cama sin protestar a las diez de la noche y encima contentas. ¿Cómo lo consigue? Ni idea.
Despistada en grado sumo, si le entregáis algo para que lo custodie, tenéis un 70% de posibilidades de no volver a ver el objeto en cuestión, porque el celo con el que lo custodiará, nunca irá parejo con su memoria.
Curiosamente, el despiste no está reñido con otra de las cualidades que la adornan, es la inquietud intelectual, esa que le impide estar satisfecha consigo misma, y que en los últimos tiempos la ha llevado al maravilloso mundo de internet, donde de manera frecuente y silenciosa visita los blogs que doy en escribir. Y es que, acercar el mundo de las nuevas tecnologías a una mujer tan curiosa tiene sus riesgos, y si eres un poco tímida (como es mi caso), puedes acabar expuesta a las miradas que más terror te causan; las de tus padres.
Los años se han ido sucediendo de una forma caótica, porque la vida es caos, no puede ser de otra manera, y aquí está ella, cumpliendo hoy su mayoría de edad. Te encuentro tan preciosa como el día que te conocí, hace casi 36 años. No sé si te acordarás, coincidimos en el Hospital de la Cruz Roja, a la hora de comer, un día de mucho calor. Yo por mi parte, dispuesta a entonar un virtual cumpleaños feliz, y a recordarte que madre no hay más que una, y yo he tenido una suerte tremenda de tenerte conmigo. Besos enormes y Feliz cumpleaños.
5 comentarios:
Madre no hay más que una...
¡Madre mía! Me ha emocionado tu homenaje.
Felicidades a tu madre y gracias a todas las madres que nos cuidan con enorme generosidad a nosotros y a nuestros hijos.
Joder... he intentado no decir palabras mal sonantes, pero la verdad es que este post te ha salido precioso, me ha encantado, no quería que se acabara nunca, me han dado ganas de conocer a tu madre y felicitarla en persona. Felicidades a tu madre y a tí por tenerla a ella.
Un besazo.
Solo decirte que me he emocianado al leerte
tu madre es guapisíma !!!!! y tu también!!!!
Otra emocionada más... sin quererlo casi te sale un anuncio perfecto para el Día de la Madre!
(Qué envidia de piel, por cierto!)
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