Desde que nacieron las gemelas, reduje mi jornada laboral a la mitad. Sólo acudo al tajo por las mañanas; las tardes de las dedico a ellas. En nuestro despacho hay un piano de pared, en el que practiqué durante toda mi infancia y parte de mi adolescencia. Estas anotaciones, son una pequeña introducción que que pretende dar sentido a la conversación que tuve con Julia la otra tarde.

Retrato de papá. Autora: Julia.
Le pintó dos brazos rosas, enorme, pero no salen en el escaner. Se siente. Obsérvese que tiene camisa a rayas, barbita y pelo.
-¿Dónde está papá?
- Trabajando- contesté yo.
- ¿Dónde?
- En el despacho de la calle - ellas llaman así al lugar donde trabajamos, en contraposición al despacho que tenemos en casa.
- ¿En qué trabajas? ¿Sóis Músicos?
- No- le contesté esbozando una sonrisa- ¿te gustaría que lo fueramos?
- Papá sí. Es tan guaaaapo- dijo Julia.
Me eché a reir, consciente de donde va la corriente de afectos ahora mismo.
- Y ¿yo?, ¿no soy música?
- Noooo. Tú bailarina, que tienes el culo gordo.
Pues eso, que Julia es una pequeña Electra y yo estoy más guapa callada.
- Trabajando- contesté yo.
- ¿Dónde?
- En el despacho de la calle - ellas llaman así al lugar donde trabajamos, en contraposición al despacho que tenemos en casa.
- ¿En qué trabajas? ¿Sóis Músicos?
- No- le contesté esbozando una sonrisa- ¿te gustaría que lo fueramos?
- Papá sí. Es tan guaaaapo- dijo Julia.
Me eché a reir, consciente de donde va la corriente de afectos ahora mismo.
- Y ¿yo?, ¿no soy música?
- Noooo. Tú bailarina, que tienes el culo gordo.
Pues eso, que Julia es una pequeña Electra y yo estoy más guapa callada.